Cuando hablamos del atuendo de los libros nos referimos a sus portadas. La portada del libro es una interpretación de ese texto en otro idioma: el lenguaje visual. A medida que se convierte en parte del libro, puede tener un impacto positivo o negativo. Atrae a los lectores o los mantiene alejados. No hay duda de que la portada tiene una identidad independiente. Tiene una fuerte presencia y ejerce su propio poder. Sin embargo, más allá del poder que pueda tener, si no ayuda a vender el libro, no tiene valor.
Damos por hecho que todo libro ostenta una cubierta. Sin ella se considera desnudo, incompleto, o en cierto sentido inaccesible. Falta una puerta para poder entrar al texto. Falta un rostro. ¿Por qué existe la cubierta? Lo primero y más obvio: para contener las páginas. Hace siglos, cuando los libros eran objetos raros y preciados, se usaban en ella materiales de lujo: oro, plata, piel, marfil. El propósito de la cubierta es ahora más complicado.
La portada del libro hoy sirve para identificar el libro, para insertarlo en un estilo o en un género. Para embellecerlo, para hacerlo más eficaz en el escaparate de una librería. Para intrigar al paseante y atraerlo al interior de la tienda a fin de que lo tome y lo compre. En cuanto el libro tiene su cubierta adquiere una nueva personalidad. Por lo tanto expresa algo, aun antes de ser leído – de la misma manera que la ropa comunica algo de nosotros antes de que hablemos. Una cubierta produce cierta expectación.
Introduce un tono, una actitud, aun cuando estos no tengan correspondencia alguna con el libro. La he comparado con un rostro, pero es también una máscara, algo que esconde lo que tiene detrás. Puede seducir al lector. Lo puede traicionar. Como el oropel, su brillo puede engañar.
– Jhumpa Lahiri
Jhumpa Lahiri (Londres, 1967) es una escritora, traductora y editora indobritánica-estadounidense políglota. Estudió Literatura Inglesa en Nueva York en el Barnard College de la Universidad de Columbia. Algunos de sus escritos aparecen en medios como The New Yorker, Agni, Epoch, Harvard Review, Story Quarterly, entre otros. Es autora de libros de relatos y novelas como El buen nombre, Tierra desacostumbrada y La hondonada. Además, ha sido profesora y directora de Escritura Creativa en Boston University, Rhode Island School of Design, Princeton y Barnard College.