Tal como dentro del diseño gráfico el diseño editorial es una verdadera carrera, los profesionales que deciden dedicarse a él también deben ser conocidos por sus conocimientos y habilidades particulares.

Periódicos, revistas, libros técnicos y literarios presentan texto y paratexto bien estructurados, buenas elecciones tipográficas y el descubrimiento de recursos genuinamente creativos para atraer y sorprender a los lectores, se deben a una nueva generación de diseñadores profesionales de mediados de los años 80.

LA INFLUENCIA TECNOLÓGICA

Los avances tecnológicos han facilitado el proceso de realización, con dobles consecuencias. Primero, la innovación de software y hardware permite a los profesionales tener una mayor libertad creativa y asegurar la calidad final del diseño a través de pruebas rápidas y económicas. Y segundo, que esta tecnología sea de tan fácil acceso ha permitido publicar auténticas atrocidades visuales que carecen de profesionalidad dentro del diseño. En muchos casos, los malos resultados de las obras gráficas están relacionados con una mala selección del perfil del diseñador editorial o una mala gestión del proyecto.

LOS DIFERENTES PERFILES

En la industria editorial, como en todo trabajo profesional, seleccionar el perfil del diseñador editorial adecuado para un proyecto en particular es clave para un resultado con éxito. Dentro del equipo de diseñadores en las editoriales suelen haber perfiles de diseñadores con diferentes conjuntos de habilidades, que siendo observadores podemos categorizarlos de la siguiente manera:

El perfil productivo

Son imprescindibles dentro del equipo de diseñadores en una editorial. Los diseñadores con perfil productivo se caracterizan por la elaboración rápida de páginas. Son especialmente útiles para cerrar proyectos y para cuando es necesario resolver emergencias e imprevistos.

En general, tienen mucha capacidad de trabajo para diseñar las páginas de manera correcta sobre una maquetación ya determinada. Aunque sin duda son un perfil muy útil, el inconveniente con ellos es que no suelen analizar muy bien el contenido del texto, lo que es un problema aún más grave con los editores novatos.

El perfil creativo

Son diseñadores que no solo entienden con facilidad las ideas y conceptos transmitidos por los editores y directores de diseño, sino que también aportan creatividad ideas que enriquecen la propuesta.

Estos están altamente calificados por los editores y seguramente resolverán sus problemas de diseño. La desventaja para los diseñadores altamente creativos es que pueden tener dificultades para aceptar consignas muy rígidas y adaptarse a pautas de diseño establecidas.

El perfil «experto en software»

Para ellos cualquier problema con un archivo es bienvenido. Suelen conocer todos los secretos del programa y encuentran soluciones para conseguir buenos resultados de la forma más rápida y sencilla. Son ideales para ejecutar proyectos complejos, en tiempos ajustados y a largo plazo.

 

Por otra parte, también es importante tener cuidado de no categorizar a nadie. Fomentar y reconocer las buenas contribuciones de cada miembro dentro del equipo es fundamental para el buen funcionamiento entre diseñadores y editores.

LA CLAVE DE LA EXCELENCIA DEL DISEÑADOR EDITORIAL

En diseño editorial, lo que realmente marca la excelencia de un diseñador es que sea un buen lector. Esto permitirá diferenciar la jerarquía (de la más simple a la más compleja) entre títulos, tipos de texto y todas las variables de forma que suelen existir dentro de un texto escrito. Podrá distinguir las notas de las citas bibliográficas, los índices analíticos de los glosarios, y sabrá utilizar de una manera adecuada la miscelánea impresa.

Está demás decir que es responsabilidad del editor entender estos temas, pero en la publicación de un libro mayor a 200, 300 o 400 páginas, que el diseñador editorial pueda entender el texto y que ello le permita crear y utilizar los recursos idóneos en el desarrollo de cada página de un proyecto es muy valioso.